domingo, 2 de noviembre de 2008

A SANTA COMPAÑA

Hoy trabajé de noche, y la noche siempre se presta a hablar de temas " ocultos". Es Día de Fieles Difuntos.

Desde siempre, Galicia, ha sido tierra de brujería y supersticiones, sus relatos han recorrido el mundo entero. Una de sus leyendas más populares es la de la procesión de los muertos: La Santa Compaña.
Se podría definir La Santa Compaña como una procesión de almas en pena, vestidos con túnicas con capucha que vagan durante la noche. Una de sus señas de identidad es la premonición de la muerte.
La Santa Compaña está formada por almas en pena que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. Esta procesión va encabezada por un ser vivo llevando una cruz y un caldero con agua bendita. Cada fantasma lleva una luz, pero es invisible, sólo un olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros. Al frente va el espectro de mayor tamaño, la Estadea.
El portador de la cruz no puede en ningún momento volver la vista atrás, ni renunciar a su cargo precediendo La Santa Compaña; sólo quedará liberado cuando encuentre a otra persona que le sustituya, el cual pasará a tener las responsabilidades del primero: cargar con la cruz y el caldero sin remisión. La Santa Compaña obligará al que encuentren, a vagar junto a ellos todas las noches, portando una gran cruz y conduciendo la comitiva.
También se cree que quien realiza esa "función" no recuerda durante el día lo ocurrido en el transcurso de la noche, únicamente se podrá reconocer a las personas penadas con este castigo por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento. No les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Condenados a vagar noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido.

Habrá una serie de indicios de la proximidad de la aparición como el olor a velas surgiendo de repente, o el espanto de determinados animales: perros, gatos, caballos... que según la leyenda pueden ver esos fantasmas por algún tipo de sensibilidad especial.


Las versiones más compartidas de por que las almas vienen a este mundo y andan por los caminos buscando a alguien son:

* Para reclamar el alma de alguien que morirá pronto. Cuenta la leyenda que quien recibe

la visita de la Compaña morirá en el plazo de una año.

* Para reprochar a los vivos, las faltas o errores cometidos. Si la falta es especialmente grave,

el mortal que la ha cometido podría recibir la visita de la Compaña para que la encabece,

condenado así a vagar hasta que otro mortal le reemplace.

* Para anunciar la muerte de un conocido del que presencia la procesión.

* Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del más allá.

Protección contra la Santa Compaña

* Apartarse del camino de la compaña, no mirarles y hacer como que no se les ve.

* Hacer un círculo con la estrella de Salomón o una cruz dentro y entrar en él.
* Comer algo.
* Rezar y no escuchar la voz ni el sonido de la compaña.
* Tirarse boca abajo y esperar sin moverse, aunque la compaña le pase por encima.
* Jamás tomar una vela que nos tienda algún difunto de la procesión, este gesto condena a formar parte de ella.

* En último caso, echar a correr muy rápido.


Cuenta la leyenda que la Santa Compaña no tendrá el poder de capturar el alma del mortal que se cruza con ella si éste se halla en los peldaños de un "cruceiro" situados en los cruces de caminos o si porta una cruz consigo y logra esgrimirla a tiempo

Hay fechas concretas en las que se dice que tiene más incidencia las apariciones de la Santa Compaña, como por ejemplo, la noche de Todos los Santos (entre el 1 y el 2 de noviembre) o la noche de San Juan (24 de junio).

Ahí queda eso, quien quiera creer que crea... En este caso sucede algo parecido como con las meigas: "Eu non creo nas meigas, pero habelas hainas"

1 comentario:

Nenhari dijo...

Las historias, leyendas, tradiciones de Galicia siempre me cautivaron.
Muchas veces escuché lo de la Santa Compaña cuando vivía en Galicia.
Lindos recuerdos de tan bellas tierras.
Biquiños